Hoy en día, los premios y trofeos son un gran negocio. No importa si están siendo levantados por encima de las cabezas de los ganadores después de un agotador partido deportivo o si se los están entregando a actores y cantantes en eventos de gala, tienen un propósito claro de premiar el logro. Cada trofeo te dice que la persona que lo sostiene es un campeón, son los mejores de los mejores. Dejan una gran declaración, de tal manera que personas de todas las edades de todo tipo de organizaciones y ramas reciben trofeos por su éxito. La mayoría de nosotros tenemos una extraña fascinación por todo lo brillante y brillante, pero los trofeos van más allá de nuestro amor por el brillo y el oro. ¿Quieres saber más? Aquí tienes una breve historia de los trofeos y premios.
Los tiempos antiguos de los trofeos
Los trofeos han existido mucho más tiempo de lo que cualquiera de nosotros puede recordar. Una vez fueron utilizados para recompensar a los soldados y conmemorar las victorias. Dado que la palabra trofeo viene de una palabra latina trophaeum que se traduce aproximadamente como "un monumento dedicado a una victoria", es fácil ver cómo solía tener una fuerte conexión con las batallas y los triunfos. En la antigua Grecia, por ejemplo, los soldados solían recolectar armas y armaduras de enemigos caídos, colgarlas para parecer un guerrero e inscribir detalles de la batalla en el monumento. Con el tiempo, la práctica cambió, pero tomar un trofeo de los enemigos siempre ha sido una forma de demostrar tu victoria.
Más tarde, en la antigua época olímpica, los vencedores obtenían recompensas por su destreza deportiva y recibían coronas de laurel, ánforas llenas de aceite de oliva, escudos de bronce y copas de plata. Dato curioso: cuando se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, los ganadores recibieron medallas de plata, porque en ese momento se consideraba que la plata era más preciosa.
Edad Media
Si bien la Edad Media es más conocida por las invasiones, la disminución de la población y el colapso de la autoridad centralizada que por los premios brillantes, este es un período de la historia que en realidad nos dio las formas más reconocibles de premios y trofeos. La copa con dos manos que conocemos hoy en día solía ser entregada a los ganadores de eventos deportivos a principios del siglo XVII. Estas copas todavía se entregan, especialmente en deportes como la navegación, los deportes de motor, las carreras de caballos y el tenis. La Copa Stanley, la Copa Davis y la Copa de Wimbledon son algunos de los premios más reconocidos jamás creados.
Trofeos y medallas de guerra
La tradición de los trofeos se remonta a miles de años atrás, cuando las personas entregaban objetos como símbolos de victoria y logro en competiciones deportivas y guerras. Los antiguos griegos, romanos y egipcios usaban coronas, medallas, escudos y trofeos de armas para honrar a los ganadores de los juegos y batallas.
En la Edad Media, los torneos de caballeros se hicieron muy populares y se entregaban trofeos elaborados, como copas de plata y estandartes de seda. Con el tiempo, los trofeos se convirtieron en objetos cada vez más elaborados y decorativos, y se entregaban no solo en competiciones deportivas, sino también en exposiciones y concursos de arte y literatura.
En la actualidad, los trofeos son comunes en todo el mundo y se entregan a atletas, soldados, académicos, artistas y otros profesionales que han logrado algo significativo en su campo. Los trofeos modernos se producen en una amplia variedad de materiales, como plástico, vidrio y resina, y pueden diseñarse en una amplia variedad de formas y estilos. A menudo se enmarcan o se colocan en vitrinas como recuerdo de los logros.
Los trofeos deportivos más antiguos que aún se entregan son la Copa de la FA (Asociación de Fútbol de Inglaterra) y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos. Las medallas también se otorgan a los participantes de los juegos olímpicos y otros eventos deportivos.
Los trofeos militares se han otorgado desde la antigüedad, y los héroes de guerra suelen ser reconocidos con medallas, que son una forma de trofeos. Los más notables son la Medalla de Honor y el Corazón Púrpura. Los veteranos de guerra a menudo lucen con orgullo sus medallas por valentía y éxito en la guerra, y muchos optan por enmarcarlas para mostrarlas en sus hogares y salas de trofeos. Todos los premios se pueden enmarcar y colocar en vitrinas. Es una excelente manera de mantener los premios en buen estado y otorgarles un lugar de honor.
En la actualidad, los trofeos se producen ampliamente y se utilizan para premiar no solo a atletas y héroes de guerra, sino también a personas con gran éxito académico, actores, músicos, artistas y médicos. En el siglo XIX, era muy popular premiar a las personas con trofeos supercaros, muchos de los cuales se fabricaban en las joyerías de Birmingham. Uno de estos trofeos que salió de una tienda de Birmingham es el trofeo de damas y caballeros de Wimbledon. Sin embargo, los trofeos modernos se diferencian de los antiguos por dos diferencias principales. Gracias a la disponibilidad de materiales como plásticos, vidrio y resina, los trofeos no cuestan tanto como solían hacerlo. Su papel es más simbólico que literal. La otra diferencia es la diversidad. La mayoría de los trofeos del pasado solían verse más o menos iguales, especialmente las copas, pero cuando se trata de premios modernos, si puedes diseñarlo, se puede producir. Hoy en día, tenemos una variedad de materiales y nuevos procesos de fabricación que pueden convertir incluso la visión más abstracta en un trofeo magnífico.
Así que, no importa si obtuviste tus trofeos por participación o por algo verdaderamente extraordinario, la próxima vez que pases por tus premios, considera los miles de años de tradición de los que formas parte. Y tal vez considera enmarcar o exhibir tus trofeos: será un gran impulso para tu ego que te motivará a ser aún mejor en lo que haces.
